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Lavarse las manos con agua y jabón es la medida más eficiente contra COVID-19, pero en Guatemala el 40% de la población no tiene acceso a agua potable en sus hogares. Hasta hace poco, esto incluía a las 204 familias de la comunidad de El Potrerillo, en el municipio de Chiantla, Huehuetenango.
“Nunca hemos tenido agua en casa, ni siquiera en sueños. Tengo 57 años, pero nunca he tenido la oportunidad de lavar mis manos, mis dientes, mi ropa, limpiar mis alimentos o cualquier otra cosa en casa porque la fuente de agua más cercana es un arroyo que está muy lejos. Hace dos días, después de todos estos años pude abrir mi chorro y tener agua limpia, esto es una bendición”, dijo Francisca López cuando se le preguntó qué significa tener agua potable en casa.
El Proyecto Comunidades Liderando su Desarrollo (CLD) de USAID ha trabajado junto a la comunidad de El Potrerillo para identificar sus necesidades y fortalecer sus capacidades para gestionar la respuesta a esas necesidades. El enfoque holístico de CLD para mejorar la gestión de los sistemas comunitarios de agua incluye la participación de las familias, los municipios, el gobierno central y el sector privado. Con el apoyo de CLD, el COCODE de El Potrerillo y la comisión de agua logró obtener más de $82,600 USD que incluye fondos de la municipalidad de Chiantla, el Fondo de Desarrollo Social (FODES) y contribuciones comunitarias para implementar un sistema de agua y llevar agua limpia a la comunidad.
Bartolomé Ramírez, presidente del COCODE de El Potrerillo dijo: “Con la colaboración de varias instituciones, ahora tenemos agua después de 175 años de la fundación de nuestra comunidad. Tengo un dicho: lo que es difícil se ha hecho y lo imposible se hará. Traer agua para nuestra comunidad se pensó que era imposible, pero esto demuestra que trabajar juntos tiene el poder de hacer un cambio positivo”.
La pandemia ha hecho evidente que las inversiones en la prestación de servicios básicos de agua deben seguir siendo una prioridad en los próximos años para garantizar una mayor seguridad y una mejor calidad de vida mediante la ejecución de proyectos para las comunidades que priorizan las necesidades.