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El cultivo de papa es un importante generador económico (debido a su alto valor) y un cultivo de seguridad alimentaria para las familias en Quetzaltenango, Guatemala. Sin embargo, su productividad sigue siendo muy baja en la región debido principalmente al uso de semillas de mala calidad.
El proyecto Comunidades Liderando su Desarrollo (CLD) de USAID y CRS está implementando una iniciativa de multiplicación rápida de semillas para ayudar a los agricultores a producir y aumentar su propia semilla de papa certificada. Recientemente, 160 productores de papa de cinco comunidades de los municipios de Concepción Chiquirichapa y San Juan Ostuncalco recibieron más de 100,000 tubérculos de semillas de papa certificadas de la variedad Loman, caracterizadas por su alta productividad y resistencia a enfermedades.
Semilla certificada de papa
“Cada agricultor recibió 650 tubérculos de semilla de papa certificada, con su primera cosecha tendrán suficiente semilla para sembrar 2 o 3 cuerdas, la idea es multiplicar su área de siembra cada año y aumentar su productividad a través de semillas de alta calidad”. – Luis Felipe González, técnico agrícola de FENAPAPA.
La iniciativa, junto con el apoyo técnico continuo a través del socio implementador de CLD en el área, la Federación Nacional de la Papa (FENAPAPA) permitirá a los agricultores duplicar su productividad de un promedio actual de 2,000 libras de papa por “cuerda” (área de tierra de aproximadamente 21 por 21 metros) a 4,000 libras por “cuerda” en su tercer año de cosecha.
“Las semillas certificadas son más productivas en comparación con las semillas tradicionales, el objetivo es duplicar la productividad en la tercera cosecha, y estimamos al menos un aumento del 10% en la productividad en el primer año de cosecha”. – Esperanza Itzep, técnico agrícola de FENAPAPA.
Gustavo Agustín, agricultor de papa de la comunidad de El Tizate, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango.
La falta de semillas certificadas conduce al reciclaje de semillas, causando la acumulación de plagas y enfermedades en los cultivos de pequeños agricultores. El apoyo de CLD para el aumento de la productividad tiene un efecto directo en la seguridad alimentaria de la familia. La papa es el tercer cultivo en importancia para la seguridad alimentaria detrás del maíz y los frijoles y está dando a los agricultores una razón para permanecer en sus comunidades.
“Las semillas tradicionales son vulnerables a los insectos y bacterias, mi producción ha sido mala, pero espero cambiar eso en el corto plazo porque esta es mi principal fuente de ingresos y un alimento básico para mi familia”. – Gustavo Agustín, agricultor de papa de la comunidad de El Tizate, San Juan Ostuncalco, Quetzaltenango.