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Durante la próxima década, el Banco Mundial estima que mil millones de jóvenes, en países en vía de desarrollo, intentarán ingresar al mercado laboral, pero menos de la mitad de ellos encontrarán trabajo. En Guatemala, casi un tercio de la población tiene menos de 24 años y la mayoría están desempleados (Banco Interamericano de Desarrollo). Para este importante segmento  de la población del país, la actividad empresarial es la única oportunidad de ingresar al mercado laboral y la única forma de completar su educación.

“Si pienso en 10 de mis amigos de la infancia: 5 han emigrado a Estados Unidos; 4 terminaron la escuela secundaria, están desempleados y tienen una familia a la que deben cuidar; y solo yo tengo la oportunidad de iniciar un negocio”, Pedro Vargas, joven emprendedor de CLD, refiriéndose a los desafíos de la juventud en Concepción Huista, Huehuetenango.

Pedro es uno de los 104 jóvenes que se beneficiaron del componente de Emprendimiento Juvenil del Proyecto Comunidades Liderando su Desarrollo (CLD) de USAID y CRS y que es implementado en su comunidad por la Asociación para el Desarrollo Sostenible de la Juventud (ADESJU).

Pedro presentó un prometedor plan de negocios para el cual se le otorgó capital semilla por $670 USD para iniciar su propio negocio. Pronto comenzará un taller de reparación de herramientas eléctricas y electrodomésticos que espera lo ayude a financiar su sueño de completar una educación universitaria, construir una casa y criar una familia.

CLD se enfoca en proporcionar alternativas para que los jóvenes permanezcan en sus comunidades y perseveren.

“La migración es nuestra primera opción en Concepción Huista, la mitad de nuestra economía proviene del dinero que los familiares envían desde Estados Unidos. Hay oportunidades de trabajo limitadas, por lo que comenzar un negocio es mi única oportunidad para perseguir mis objetivos”. –   Pedro Vargas.

“Me gradué como maestra en 2013, desafortunadamente he encontrado pocas oportunidades de trabajo. He tenido un par de trabajos, de vez en cuando, pero nada estable. Mi puesto de tacos me ayudará a ganar un ingreso pequeño pero constante; en tres años planeo ahorrar lo suficiente para comenzar una carrera universitaria. Mi sueño es ser auditora y tener otros emprendimientos empresariales” – Ingrid Del Valle, emprendedora juvenil CLD, Rancho Viejo, San Antonio Huista, Huehuetenango.