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Las prácticas apícolas tradicionales inhiben a los productores de miel en Chajul, Quiché alcanzar una producción rentable. Para la transición de una producción de miel de subsistencia, los apicultores necesitan al menos 40 colmenas para producir 2,000 libras de miel al año, con un precio local de $1 USD por libra, los apicultores pueden mantener a una familia y hacer crecer su negocio.
El proyecto Comunidades Liderando su Desarrollo (CLD) de USAID implementado por CRS, recientemente proporcionó a 70 apicultores en cinco comunidades de Chajul 280 colmenas y capacitación asociada en división de colmenas para multiplicar las colonias. Apicultores como Rosa Caba de la comunidad de Sotzil han aumentado su población de abejas gracias a la técnica de división de colmenas junto con mejores prácticas de manejo de las colonias.
En siete meses, Rosa ha aumentado su población de abejas de cuatro a 12 colmenas, Rosa producirá 600 libras de miel en su próxima cosecha para ingresos tangibles de Q4,500 quetzales (alrededor de $ 600 USD) que le ayudarán a enviar a sus dos hijos a la escuela y contribuir con los gastos familiares.
“Estoy feliz de tener mis abejas y el conocimiento para cuidarlas, al principio les tenía miedo pero ahora amo a mis abejas porque me están dando un trabajo. Seguiré practicando la división de colmenas para crecer mi granja; mi sueño es tener 100 colmenas en los próximos dos años. Con las ganancias ayudaré a mi esposo a alimentar a nuestros hijos y enviarlos a la escuela”. ,Rosa Caba, apícultora en Sotzil,Chajul, Quiché.
Rosa y los otros productores de miel están en camino de alcanzar su objetivo económico, en dos años Rosa sueña con multiplicar sus colmenas a 100 colonias de abejas.
USAID está ayudando a las familias a mejorar las prácticas agronómicas y las técnicas de manejo de colmenas, brindando a las familias alternativas para prosperar en su comunidad.
“Muchas personas optan por abandonar nuestra comunidad porque no hay actividades productivas. Este proyecto de abejas ayuda a las familias a permanecer juntas, somos afortunados de tener nuestra granja de abejas porque nos da la oportunidad de quedarnos aquí. No quiero que mis hijas crezcan sin sus padres”,Pedro U, esposo de Rosa Caba.